Proyecto de graduación de Lucía Miculicich.
La concepción del individuo como un proceso inacabado despega al retrato familiar de su naturaleza jerárquica, basada exclusivamente en la filiación, para enmarcar la imagen de una familia-sistema transformada por el mismísimo acto de ser retratado. La diferencia entre un retrato y el siguiente implica, aquí, cierto movimiento, e incluir la noción de movimiento en el análisis de la individualidad hace temblar los cimientos que sostienen la inexorabilidad de lo hereditario.
Retrato Familiar confronta la visualidad estática atada a la idea de una individualidad también estática, partiendo del conflicto con lo “familiar” que implica este formato de representación: qué consideramos propio ante nuestra imagen fotográfica; puntualmente, dónde podemos vislumbrar el reflejo del propio rostro sobre una escultura de rostros ajenos, considerando que éste motiva, por sus propios medios, la variación constante de la obra.
Retrato Familiar confronta la visualidad estática atada a la idea de una individualidad también estática, partiendo del conflicto con lo “familiar” que implica este formato de representación: qué consideramos propio ante nuestra imagen fotográfica; puntualmente, dónde podemos vislumbrar el reflejo del propio rostro sobre una escultura de rostros ajenos, considerando que éste motiva, por sus propios medios, la variación constante de la obra.